07 de Enero 2015
9.000 euros y tres años de cárcel, el precio por grabar y difundir la paliza de un nazi a un inmigrante
El fiscal pide tres años de cárcel para el joven neonazi que grabó en
su teléfono móvil y difundió en las redes sociales una agresión racista
cometida por un amigo, menor de edad, contra un inmigrante asiático en
el metro de Barcelona en junio de 2014.
Joven ultra
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal Miguel Ángel
Aguilar acusa al joven ultra, de quien sólo cita su nombre, Jaume, de un
delito contra la integridad moral, otro contra los derechos
fundamentales y las libertades públicas en su modalidad de provocación a
la discriminación, al odio o a la violencia por motivos xenófobos y
racistas, y de una falta de lesiones.
Orden de alejamiento
El fiscal también pide que se imponga una orden de alejamiento de 1.000
metros del acusado respecto de la víctima durante tres años, así como
que le indemnice con 9.000 euros por los daños morales derivados de la
“gratuita y brutal agresión” así como por su difusión “masiva e
indiscriminada” a través de las redes sociales.
Su ideología
Según el fiscal, el acusado, que profesa una ideología
nacionalsocialista, se puso de acuerdo con dos menores de edad, su
propio hermano, Aleix, y Vladislav, de origen ruso, -contra los que se
sigue un procedimiento paralelo en la jurisdicción de menores- para
menoscabar la integridad física y denigrar la dignidad de las personas
“por el simple hecho de ser de origen extranjero y el color de su pelo o
rasgos físicos”.
Grabó y colgó la agresión
En su escrito, el fiscal apunta que el acusado grabó la agresión y la
colgó en las redes sociales “con el fin de hacer propaganda masiva de su
violenta acción, mofándose de los actos ejecutados, justificando e
incitando de esta forma a la violencia contra los extranjeros y personas
con color de piel diferente”.
Móvil racista y xenófobo
Los hechos ocurrieron el 28 de junio de 2014, cuando los tres jóvenes,
guiados por un móvil racista y xenófobo, según el fiscal, seleccionaron a
un pasajero del metro de Barcelona al ver sus rasgos asiáticos, ya que
era natural de Mongolia, y se repartieron las funciones de agredirle,
jactarse de él, grabar el episodio y difundirlo en las redes sociales.
Acoso físico y verbal
Según el fiscal, tras elegir a su víctima, Vladislav se puso delante, a
escasos centímetros, y le empezó a acosar física y verbalmente,
diciéndole de forma despectiva “¿qué te pasa a ti, chino?”, mientras le
increpaba y le exigía que abandonara el vagón.
En un centro de menores
Vladislav, que tras la agresión llegó a ingresar en un centro de menores
en régimen cerrado, propinó varios puñetazos en la cara y en varias
partes del cuerpo de la víctima y no cesó en su agresión hasta que
intervinieron otros usuarios del metro. Por su parte, Jaume y su hermano
menor de edad se situaron justo al lado, para intimidar a la víctima,
jactándose y riéndose de los actos vejatorios que cometía Vladislav,
según el fiscal.
De forma deliberada
Tal como había planeado, Jaume grabó desde el primer momento de forma
deliberada los hechos a través de su móvil y lo colgó posteriormente en
las redes sociales, con lo que, según el fiscal, “consiguió su objetivo
de propagar y multiplicar de forma indiscriminada en Internet los
hechos, con el consiguiente efecto colateral de causar evidentes daños
morales a la víctima”.
Supremacía de la raza blanca
Según el fiscal, el acusado profesa la ideología nacionalsocialista,
“caracterizada por la defensa a ultranza de la supremacía de la raza
blanca” y por la “animadversión y rechazo frontal” a las personas por su
origen nacional, etnia, orientación o identidad sexual.
Borró sus perfiles
Tras pixelar el rostro de Vladislav para que no pudiera ser reconocido,
el acusado colgó el vídeo, que tituló “pegando a chino”, en Twitter,
Youtube y Google +, donde usaba el nombre “James”. Sin embargo, al
comprobar la trascendencia mediática que tuvieron los hechos, borró sus
perfiles de Twitter y Youtube, para eliminar cualquier vestigio en las
redes que pudieran demostrar su participación en la agresión.
“Seig heil, arriba España”
No obstante, la investigación de los Mossos d’Esquadra, junto con la
colaboración ciudadana, permitió conocer parte del contenido de sus
cuentas y recopilar parte de sus comentarios, con expresiones como “seig
heil, arriba España”, “orgulloso que estoy de ser blanco, no como tú,
negro de mierda” o “no me gusta vivir en un país de mierda llamado
Catalunya lleno de catalufos asquerosos”.
Símbolos ultras
En sus cuentas en las redes sociales, en las que en ocasiones mostraba
como perfil una fotografía con el rostro parcialmente cubierto con un
tapabocas con una cruz céltica -símbolo utilizado por los neonazis-, el
joven también se refirió a la agresión racista del metro: “el del vídeo
no soy yo, yo soy el que graba, él es un camarada ruso, el chino nos
estaba insultando y el ruso le hizo callar”.
Fuente: El Plural URL relacionado: http://www.elplural.com/2015/01/07/9-000-euros-y-tres-anos-de-carcel-el-precio-por-grabar-y-difundir-la-paliza-de-un-nazi-a-un-inmigrante/
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