28 de Abril 2015
El 80% de los inmigrantes en España querrían la nacionalidad, pero desisten por los obstáculos legales
El 80 por ciento de los inmigrantes que
viven en España querrían acceder a la nacionalidad, pero las trabas del
procedimiento acaban por disuadir a la mayoría, ya que se trata de "uno
de los más restrictivos y complicados de la Unión Europea" y cuenta con
un "alto grado de discreccionalidad".
Así
se desprende del proyecto de investigación 'Diferenciaciones en el
proceso de naturalización de los extranjeros', un estudio elaborado por
las investigadoras del CIDOB (Open Society Foundations) Gemma Pinyol y
Elena Sánchez-Montijano, presentado este miércoles, que aborda el modo
en que el sistema español "dificulta a ciertos inmigrantes" el acceso a
la nacionalidad y las consecuencias que ello tiene.
El
trabajo explica que la nacionalidad mantiene el 'statu quo' que tanto
la política de inmigración (fronteras) como de integración viene
desarrollando en España, es decir, "se trata de un proceso que dificulta
a ciertos inmigrantes el poder pasar a formar parte del conjunto de la
población española".
Se refiere a las
diferencias que se imponen en función de la nacionalidad de origen.
Aunque inicialmente se debe residir legal y continuadamente en España al
menos diez años para optar al DNI, los naturales de ex colonias o
países latinoamericanos sólo necesitan dos años, los refugiados cinco y
los hijos de españoles de origen nacidos en el país, uno.
Según
expone, "sólo el 16% de los inmigrantes residentes en España han
obtenido la nacionalidad frente a la media del 34% entre los países de
la UE-15". Además, el 85% de los inmigrantes naturalizados tardaron más
de 10 años en obtener el DNI, a pesar de que la gran mayoría podían
haberlo conseguido al cabo de dos años.
"Las
desigualdades que surgen a causa de estas diferenciaciones en los años
de residencia se han hecho especialmente relevantes en los últimos años
en el contexto de crisis económica, dado que algunos inmigrantes que
contaban con residencias estables en el tiempo han caído en la
irregularidad sobrevenida debido a la pérdida del empleo. Si bien este
posible paso a la irregularidad se ha dado tanto en los colectivos de
inmigrantes de los dos años como en los de diez, las probabilidades del
segundo grupo se hacen más evidentes", plantea.
ORIGEN DISTINTO, REQUISITO DISTINTO
El
estudio refleja, asimismo, que salvo los oriundos de esas
nacionalidades preferentes, el resto debe renunciar a su nacionalidad de
origen para acceder a la española, lo que constituye otro
"desincentivo, particularmente teniendo en cuenta los beneficios de la
doble nacionalidad para los inmigrantes transnacionales".
El
informe, que se apoya en entrevistas con abogados, extranjeros y
representantes de los mismos, explica que "tanto los colectivos de
inmigrantes de países con vínculos especiales (excolonias) como de
aquellos que tienen que esperar 10 años coinciden en que es una
diferencia 'inadmisible' y 'discriminatoria'".
Además,
señala que "muchos inmigrantes ven el procedimiento de naturalización
en España complicado, con falta de transparencia y claridad; lo definen
como 'laberíntico' o como 'una carrera de obstáculos'. Es más, lo ven
como un proceso discriminatorio y diferenciador que está
institucionalizado en la propia administración pública, y que sirve como
mecanismo 'de selección y de control'", dice el estudio.
DISCRECCIONALIDAD
"Si
bien la obtención de la nacionalidad debería entenderse como el paso
final para la integración, lo cierto es que el propio proceso de acceso
mantiene un sistema de diferencias entre los inmigrantes que sirve de
revulsivo para la propia integración de los mismos", detalla el informe,
del que se desprende que "el procedimiento de ciudadanía es uno de los
más negativos para el inmigrante en comparación con la mayoría de los
países de la UE de los 15".
En este
sentido, apunta "la discrecionalidad vinculada al acceso como el
principal problema de los inmigrantes para poder naturalizarse" tanto
desde el punto de vista de la dificultad de conseguir los documentos que
se requieren en función de cuál sea el país de origen hasta la
capacidad que tienen el Registro Civil para establecer si un extranjero
es apto o no mediante la emisión de un informe, pasando por la
justificación vía entrevista o examen de su "buena conducta cívica y
suficiente grado de integración en la sociedad".
"El
peso y el margen de maniobra ligado a los informes de los encargados
del Registro Civil conllevan a prácticas asimétricas e irregulares. Se
ve por tanto que el nivel de discrecionalidad durante el procedimiento
lleva a la arbitrariedad y la falta de garantías jurídicas y sitúa a los
inmigrantes en planos desiguales según su origen, idioma, o cultura",
señala el informe.
Para las autoras, el
sistema normativo español "no solo está diseñado para fomentar la
naturalización de tan solo algunos inmigrantes" sino que "parece existir
cierto interés en que el propio proceso disuada, en general, a un buen
cupo", lo que está provocando, por un lado, que "gran número de futuros
nuevos ciudadanos encuentren la nacionalidad española como un
instrumento utilitario" y, por otro, "la aparición de un sentimiento de
rechazo e animadversión tanto hacia el procedimiento en sí, como hacia
la propia ciudadanía española".
Fuente: El Día URL relacionado: http://eldia.es/nacional/2015-04-29/23-inmigrantes-Espana-querrian-nacionalidad-desisten-obstaculos-legales.htm
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