08 de Mayo 2015
Los inmigrantes encierran a niños en maletas para colarlos en España

La frontera de Ceuta vuelve a vivir un episodio de lo más desgarrador. La Guardia Civil intercepta una maleta de viaje con un niño dentro. Una mujer marroquí intentó colarle en España y se sospecha que lo hizo a sueldo del padre del pequeño, quien apareció en el mismo lugar una hora y media después. 

Comienzo de la historia

Una mujer de origen marroquí llamada Fátima trataba de cruzar de Marruecos a Ceuta a través de la frontera del Tarajal. La joven portaba a un niño de corta edad en una maleta de color rosa fucsia. La tensión embargó de tal manera a la muchacha que levantó sospechas entre los guardias civiles que la observaban. Los agentes no se esperaban que escondiese a un crío. Su desconfianza les hacía dudar sobre si estaba transportando mercancía ilegal o algún tipo de droga, pero no se imaginaban la sorpresa que les deparaba. Sus ojos no dieron crédito cuando descubrieron el pastel. 

¿Qué sensación generó este suceso entre los guardias civiles?

Alfonso Cruzado, portavoz de la Guardia Civil en Ceuta, declaró lo siguiente: "Yo llevo muchísimos años en esto y nunca había visto la entrada tan grotesta y dramática de un menor. Lo que menos se podían imaginar los agentes que vigilaban en el escáner es que dentro del equipaje hubiese un niño. Enseguida tiraron de la maleta y le sacaron fuera". 

¿Cómo reaccionó el niño?

El joven salió de la maleta aterrado y dijo, inmediatamente, su nombre en francés. El pequeño Adou explicó a la Guardia Civil que procede de Costa de Marfil. Los agente avisaron a la Cruz Roja para que comprobase su estado de salud. Tras corroborar que el niño se encontraba bien, éste pasó a disposición de la Fiscalía de Menores, la cual decidirá su destino y si ingresa o no en un centro de menores. 

La aparición del padre del muchacho

Alrededor de una hora y media después de la entrada del crío, apareció en el mismo lugar un hombre de origen subsahariano que procedía de Costa de Marfil. Tras ser sometido a un vendaval de preguntas, aquel señor confesó ser el padre de la criatura. A la sazón fue arrestado por un posible tráfico ilegal de personas, aunque no todo termina aquí. 

El hombre tenía la documentación en regla y un permiso de residencia a Las Palmas de Gran Canaria, lo cual hace sospechar a la Guardia Civil que pagase a la mujer para colar a su hijo en España.