La directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, Ana Sastre, ha reclamado que las cuotas de refugiados que la Comisión Europea ha impuesto a los países de la UE deben dar prioridad a los casos de los niños para evitar que éstos sean vulnerables a las mafias o vean violados sus derechos.

El Ejecutivo de Jean-Claude Juncker adoptó esta semana las primeras propuestas de su planteamiento integral para mejorar la gestión de la inmigración pocos días después de presentar la Agenda Europea de Migración, tras la trágica pérdida de vidas humanas el pasado mes de abril.
La Comisión Europea acordó un mecanismo de respuesta de emergencia a Italia y Grecia con el que el resto de los países de la UE deberán acoger a 40.000 refugiados (a España le corresponde 4.288), al tiempo que los Estados miembro deben reasentar a 20.000 personas procedentes de fuera de la Unión y necesitadas de protección internacional (1.549 para España). Estas medidas deben cumplirse en un plazo de dos años.

En declaraciones a Servimedia, Sastre lamentó que las propuestas de la Comisión Europea “no visibilizan la situación de los niños, tanto acompañados como no acompañados”. “La situación de personas en riesgo que necesiten protección internacional y que sean niños o familias con niños debe estar priorizada”, añadió.

En este sentido, Sastre recalcó que durante este año y hasta el pasado 19 de mayo llegaron a la UE más de 36.600 inmigrantes, de los que más de 3.200 son niños, y de ellos, alrededor de 2.000 menores no acompañados.

“Aquellos que estén en situación de protección internacional tienen que ser priorizados y se tienen que establecer medidas concretas. Depende de la edad, de la situación y del estado, la protección que deben recibir es de acuerdo a que son menores de edad”, apuntó.

Sastre destacó que los menores deben tener preferencia en los traslados o acogimientos y deben ser llevados a “puntos de recepción seguros”. “Al ser niños son más vulnerables y hay que llevarles a sitios específicos para que estén en espacios seguros y protegidos porque son más vulnerables a las mafias”, concluyó.