La política de Extranjería del Gobierno defiende que
la residencia no es un derecho que se pueda regalar. No caben todos.
Según los últimos datos disponibles de Eurostat, 196.242 extranjeros la consiguieron en 2013, un 12% menos que el año anterior. A esta bajada hay que añadir que también está revocando los papeles a los extranjeros arraigados hace años en España simplemente por no tener ingresos.
La política de fronteras es igual de férrea: devoluciones en caliente,
vallas en Ceuta y Melilla, expatriaciones en secreto. El año pasado
España rechazó la entrada a más de 170.000 personas y, por ejemplo, niega sistemáticamente la nacionalidad a los saharauis aunque cumplan los requisitos porque vienen de un "país no reconocido".
Ahora bien, si el extranjero extracomunitario que quiere
la residencia es un millonario e invierte en España, se expide una
residencia rápida y automática: la llamada Golden Visa. Lo permite la Ley de Emprendedores
aprobada en 2013, que recogió un Programa de Residencia para Inversores
y Emprendedores extranjeros no comunitarios o, lo que es lo mismo, cómo dar la residencia al que compre o invierta en España.
Aun así, han sido pocos los potentados que han decidido invertir su
dinero en nuestro país y pedir su derecho a residir. Las inmobiliarias
de lujo ofrecen la gestión de los papeles en el paquete de compra: da
derecho a moverse por Europa, es ampliable a las familias, incluidos
hijos de más de 18 años, se tramita en 20 días y se puede renovar hasta
un máximo de 5 años. Pero no parece que sea el gancho que ha traído
compradores a la vista de las residencias solicitadas.
Chinos y rusos, las nacionalidades mayoritarias
Por ejemplo, es motivo de residencia 'de oro' en España invertir en
ladrillo, en deuda española o montar una empresa. Eso sí, el inmueble ha
de ser de más de 500.000 euros. También se puede elegir la opción de
gastar un millón de euros en acciones, meter el millón en el banco o
invertir dos millones en deuda pública española.
Con
los últimos datos disponibles -de septiembre de 2013 a diciembre de
2014-, 531 extranjeros han obtenido sus visados así. La gran mayoría
(490) fue por comprar pisos. Ninguno compró deuda pública, 29 compraron
acciones o ingresaron un depósito de un millón en un banco y 12
invirtieron en "proyectos de interés general", es decir, montaron
negocios. Las nacionalidades más habituales entre estos nuevos
conciudadanos son chinos y rusos.
Las cifras dejan claro que no ha habido un furor de
extranjeros con dinero por tener la residencia española y lo constatan
varias inmobiliarias de lujo consultadas. En la Secretaría de Estado de
Comercio explican la medida: "No sería normal que los extranjeros
compren una casa en España y no puedan residir". Hasta ahora, si
compraban y querían residir, tramitaban el permiso como turistas para
unos meses o por la vía ordinaria, como cualquier otro extranjero.
Hay dos diferencias básicas entre las residencias ordinarias y las
'golden'. En las primeras, al presentar la solicitud hay un plazo de
tres meses para que responda la Administración. En caso de que no haya
respuesta se considera una petición denegada. Es el llamado silencio
administrativo negativo. En el caso de los inversores, la residencia se
gestiona en un máximo de 20 días. Si no hay respuesta administrativa, se
considera concedida, es decir, rige el derecho administrativo positivo.
La misma agilidad para todos
Como explica Pascual Aguelo, presidente de la Subcomisión
de Extranjería del Consejo de la Abogacía, "nosotros pedimos que también
se agilicen los procesos ordinarios. Y queremos también que, como en el
caso de la Ley de emprendedores, se pueda presentar la solicitud en
cualquier registro general". El resto de foráneos tiene que ir a
oficinas de extranjería concretas.
Desde Comercio
precisan que estas 'Golden Visa' han invertido 370 millones en pisos.
Queda por saber si la residencia rápida ha sido un incentivo o lo
hubieran comprado igualmente.
La Ley de Emprendedores
también contempla dar la residencia por otros motivos. Por ejemplo, a
"profesionales altamente cualificados" (1.231), investigadores (369) y
empleados que se trasladan de país dentro de su misma empresa (907). El
grupo más numeroso de todos, los familiares de todas las categorías
(2.461).
Otra categoría es la de emprendedores
extranjeros, que han sido 82. Los requisitos son que venga a montar una
empresa de "carácter innovador" (82 casos) y que cree puestos de
trabajo. Los requisitos publicados no especifican
cuántos puestos o qué inversión. O qué innovación. El perfil, explican
fuentes de la Secretaría de Estado de Comercio, es el de emprendedores
que están cursando un máster en España y al acabar montan una startup. Así que no entraría en la casuística de papeles por dinero, ya que los inversores no son necesariamente el emprendedor.
Malta y Chipre venden el pasaporte
España no es el único país que cambia papeles por dinero en Europa. Un caso mucho más grave es el de Malta, que escandalizó a la Unión Europea porque vende directamente la ciudadanía y el pasaporte
desde 2014. Viviane Reding, exvicepresidenta de la Comisión Europea,
señaló que "la ciudadanía no puede estar a la venta" tras conocerse que
Malta iba a poner precio al derecho de ser ciudadano en el país, y por
tanto en toda la Unión Europea.
Para eso hay que
pagar primero 650.000 euros al gobierno maltés. Y luego comprar una casa
de al menos 350.000 euros o alquilarla por un mínimo de 16.000 euros al
año durante 5 años. Además de esto, se exige invertir 150.000 euros en
bonos malteses. Con eso, y algunos pagos menores más de administración,
los ricos extracomunitarios pueden ser europeos. Y también sus familias,
aunque eso factura aparte.
Chipre también ofrece la ciudadanía,
pero exige tener una casa en el país de al menos 500.000 euros. Además
de eso, o inviertes 5 millones en un depósito del sistema chipriota, en
una casa o en un negocio. Otros países del mundo llevan esta política de
ciudadanía 'de oro': las islas Antigua y Barbuda, San Cristóbal y
Nieves y Dominica.