Representantes de la mayoría de los principales
partidos del escenario político actual se han sentado este jueves en una
mesa redonda organizada por la Agencia de la ONU para los Refugiados
(Acnur) para debatir sobre el sistema de asilo europeo y las políticas
migratorias. En el mismo día en que la agencia ha anunciado que en 2014
se rebasaron todos los récords conocidos, con casi 60 millones de
desplazados forzosos, PSOE, Podemos e IU (Ciudadanos ha cancelado su
asistencia a última hora) han pedido mayor responsabilidad para España
en el reparto de refugiados de la Unión Europea, una tesis con la que no
coincide el PP. El Gobierno se opone de forma tajante al posible
sistema de cuotas que pretendía establecer la Comisión.
El debate lo ha conducido el que fue el primer comisario para los
Derechos Humanos del Consejo de Europa, Álvaro Gil-Robles, y ha contado
con la participación de la representante de Acnur en España, Francesca
Friz-Prguda. Ambos han hecho hincapié en el momento crucial que vive el
mundo en materia humanitaria y han apelado a la responsabilidad de los
países más desarrollados en la búsqueda de la paz y en la acogida de los
inmigrantes que huyen de conflictos o de persecuciones en sus países de
origen. La representante de Acnur ha sido contundente con el discurso
empleado por el Gobierno: España, ha dicho, recibe principalmente
refugiados, no inmigrantes económicos.
En este sentido, ha invitado a Gobierno y partidos
políticos a "abandonar" el discurso de la inmigración irregular porque
lo que recibe principalmente ya no son personas en busca de trabajo,
sino gente que huye de la guerra y la persecución, es decir, refugiados.
"En este país hay una enorme confusión entre inmigración y protección
internacional y no sé si es por descuido. El Asilo está ausente en el
discurso oficial de la política española. Invitamos a dejar a un lado el
discurso de la inmigración irregular, que no ilegal porque ninguna
persona puede ser ilegal, y tener en cuenta que la crisis hoy no es de
migraciones, sino de refugiados, de no acceso a la protección
internacional en Europa", ha señalado.
Sin embargo,
Conrado Escobar (PP), responsable de Interior de la formación, el
interviniente que menos puntos de acuerdo ha encontrado con el resto de
formaciones políticas al centrar su discurso en la necesidad de una
"inmigración regulada". Ha presumido de que España sigue siendo un país
"de asilo" ya que, ha repasado, las solicitudes recibidas pasaron de
2.588 en 2012 a 5.845, cuando se aceptaron un 40,4% de esas peticiones.
Los datos, sin embargo, no son muy ilustrativos si se ponen en contexto
con los del resto de la Unión Europea, tal y como han recordado el
resto de participantes en la mesa. La Comisión Española de Ayuda al
Refugiado (CEAR) contabiliza en un su informe anual que España ha
recibido en los últimos 30 años menos solicitudes de asilo, es decir,
menos peticiones que Alemania sólo en 2014, datos que el representante
popular ha obviado durante su intervención. El mismo documento resalta
que este país ha recibido solo un 0,9% de las solicitudes del conjunto
de la UE.
No obstante, Escobar ha precisado que "no
se puede decir que España tenga una capacidad de acogida extraordinaria"
por lo que ha pedido que a la hora de establecer las cuotas europeas de
solicitudes de asilo se tenga en cuenta además el contraste económico
que se produce en la frontera entre Ceuta y Melilla, que separa, ha
dicho, el África empobrecida de la Europa rica. En este sentido, las ONG
insisten que el sistema de acogida español tiene problemas de
financiación desde hace años y, por tanto, consideran que es necesario
aumentarlos para responder a la emergencia humanitaria actual y que se
trata de una cuestiión de "voluntad política".
Más
crítica se ha mostrado la responsable de Políticas de Asilo del PSOE,
Delia Blanco, quien ha considerado que la cuota que le ha concedido a
España el reparto de UE (un 9,1 %) es muy pequeño. "Se puede permitir
España el lujo de mantener esas cuotas tan bajas con el gran número de
refugiados que hay en el mundo?", se ha cuestionado la responsable
socialista al tiempo que ha recordado que el número de refugiados que
llega a Europa podría ser mucho más grande. "Muchos de los desplazados
no llegan a España porque se quedan en Líbano -donde más de la mitad de
la población actual son refugiados-, en Jordania o en Turquía", ha
apuntado.
Para Blanco, ni Europa, ni mucho menos
España, están a la altura de las circunstancias y ha pronosticado que
las próximas generaciones mirarán este principio de siglo con "horror y
vergüenza" por el comportamiento de los europeos ante un problema "tan
importante como el del desplazamiento forzoso".
Apoyo (con matices) a las cuotas que el PP rechaza
Tanto Ione Belarra, responsable de Políticas Migratorias de Podemos,
como el diputado de la Izquierda Plural en el Congreso, Ricardo Sixto,
han trazado una crítica hacia la política migratoria de la Unión
Europea, que ambos han tachado de economicista. "Se está tratando como
una cuestión migratoria un problema humanitario", ha criticado Belarra
en relación al incremento del número de desplazados forzosos y ha
apostillado que, partiendo de una política mal enfocada, todas las
medidas no son ideales.
Aún así, ha reconocido que
Podemos estaría de acuerdo con el sistema de cuotas propuesto por la UE
porque, al menos, es una medida que "implica hacer algo", aunque ha
recalcado que "no es la mejor solución" desde el punto de vista de su
formación, que apuesta además por un reparto que otorgue una
responsabilidad mayor a España. "Las cuotas son ínfimas y deberían ser
aumentadas", ha reiterado la responsable de Podemos al tiempo que ha
reiterado el carácter economicista de la medida.
En
este sentido, el PSOE, Podemos e IU se han planteado qué está haciendo
bien Alemania y han atribuido el corto número de solicitudes presentadas
en España al mal funcionamiento de su sistema de asilo.
El desigual sistema de asilo europeo
Ricardo Sixto, ha ahondado en esa línea crítica hacia el sistema
europeo de asilo, del que, ha manifestado, "tiene sus claroscuros". "Las
políticas que tienen una visión continental nos parecen positivas pero
las soluciones tienen que respetar la legislación internacional", ha
subrayado al tiempo que ha considerado "contradictorio" que la
integración de los asilados en Europa no se asuma de manera solidaria
por todos los países.
Por otro lado, ha destacado el
fracaso que han tenido las políticas en materia de Exteriores de la
Unión Europea, ya que, según ha analizado, cada vez hay más estados
fracasados, un mayor número de refugiados y un mayor número de
conflictos. Para el diputado, la política exterior y de cooperación
debería ir en consonancia con una gestión inclusiva y aperturista de las
fronteras.
Este análisis lo ha compartido también la
responsable del PSOE, quien ha lamentado que el mar que rodea el sur de
Europa se haya convertido en un cementerio al mismo tiempo que se ha
cerrado la operación de rescate marítimo en el mar Mediterráneo Mare
Nostrum y, en paralelo, el Frontex ha desplegado un dispositivo de
control de fronteras para perseguir la inmigración ilegal. La
equiparación de la inmigración económica con la inmigración a raíz de
desplazamientos forzosos es uno de los principales focos de preocupación
que muestra el informe de Acnur, ya que, según sus datos, más del 50 %
de los inmigrantes que realizan el viaje en barco desde el norte de
África hasta las costas sur de Europa son posibles solicitantes de
asilo.
La gestión de la frontera sur Española
Otro de los asuntos que han analizado los políticos en la mesa redonda
organizada por Acnur ha sido la gestión que ha hecho España de sus
fronteras durante los últimos años. Aquí, Podemos e IU han criticado
frontalmente la reciente Ley de Seguridad Ciudadana, que incluye una
enmienda por la que se legalizan las llamadas devoluciones en caliente:
expulsiones exprés de inmigrantes tras cruzar las
vallas de Melilla y de Ceuta negándoles el derecho a solicitar asilo.
"Estas devoluciones violan el derecho internacional", ha recordado
Belarra, al tiempo que ha pedido su retirada del texto legal.
Delia Blanco también ha mostrado su rechazo hacia las devoluciones en
caliente: "taxativamente no". Aún así, ha reconocido que la instalación
de oficinas en la frontera para que atender a los solicitantes de asilo
es una medida buena pero que tiene que verse reforzada, ha dicho, con la
asistencias de abogados de ONG. Esas mismas oficinas han sido fruto de
la crítica de Sixto, el diputado de la Izquierda Plural. Las casetas no
admiten, según ha apuntado, a ningún inmigrante subsahariano, un hecho
que ha calificado de "esperpéntico".
Más allá, ha
criticado que el Gobierno camufle la cooperación al desarrollo con el
pago de salarios a las fuerzas de seguridad mauritanas para evitar que
salgan cayucos de sus costas. "Financiar la valla tampoco es ayuda al
desarrollo", ha añadido.
La voz discordante en este
asunto ha vuelto a ser la del diputado popular, quien ha visto con
buenos ojos tanto la Ley de Seguridad Ciudadana como la enmienda en la
que se regularizan las devoluciones en caliente. La enmienda, ha dicho,
ha contado con numerosas revisiones y contempla el respeto a los
derechos humanos y a la legislación internacional. "Se pueden hacer
muchas más cosas en materia de inmigración pero hay voluntad política
para mejorar y esta enmienda es una prueba de ello", ha concluido
Escobar.