28 de Julio 2015
La recuperación económica frena en seco la salida de inmigrantes de España
Los datos son incontestables. Y ponen de relieve una nueva realidad demográfica.
La salida de inmigrantes residentes en España, iniciada a raíz del
estallido de la crisis económica, se ha frenado en seco. Un par de
cifras lo ponen de relieve. Si en 2013, las salidas llegaron a superar
las entradas en algo más de un cuarto de millón de individuos, en 2014
el saldo neto ha sido de -100.000. Y todo parece indicar que ya este año
dejarán de salir más inmigrantes de los que entran.
Los datos proceden del estudio sobre flujos demográficos publicado
este martes por el Banco de España, y reflejan que el cambio de la
percepción económica por parte de los inmigrantes está afectando a los
movimientos de población.
En palabras del banco central, en 2014
la tendencia a la salida de inmigración “se habría revertido” y, aunque
el saldo migratorio continúe en un registro negativo, este se cifra en
poco más de 100.000 personas, lo que supone casi un 60% menos al
registrado un año antes, “como resultado sobre todo de la caída en los
flujos de salida”, sostiene la autora del estudio, Pilar Cuadrado. Su conclusión es que la recuperación de la actividad económica está detrás de este fenómeno.
La
disminución de las salidas desde España observada en 2014 se habría
concentrado en el colectivo de población extranjera -en dicho año
abandonaron nuestro país 330.000 extranjeros, casi 130.000 personas
menos que en 2013-. Por su parte, las salidas de españoles se situaron
cerca de las 80.000 personas, de las cuales 50.000 fueron de españoles
nacidos en España.
El análisis que hace el estudio es que la propensión a emigrar
de los españoles “sigue siendo muy poco significativa” (especialmente
de los nacidos en España), si bien con una tendencia creciente, al
contrario de lo que ha sucedido con el colectivo extranjero, cuya
propensión media a salir del país se redujo en 2014.
Los emigrantes españoles
nacidos en España (por lo tanto no han cambiado de nacionalidad)
corresponden a un colectivo que puede identificarse con cierta claridad.
El estudio observa que el flujo de salida está “muy sesgado” hacia los
individuos de educación media y alta, al igual que sucedió en los años previos. Es decir, que la cualificación académica
o profesional es un factor relevante a la hora de tomar la decisión de
salir fuera de España a encontrar un empleo. Justo lo contrario de lo
que sucedió en anteriores periodos, años 50 y 60, cuando los emigrantes
españoles tenían escasa cualificación académica.
Los nuevos emigrantes
¿Y
hacia dónde van los nuevos emigrantes españoles? El estudio muestra que
en términos de destino, se ha producido un importante avance,
especialmente intenso en 2014, de los “destinos europeos”,
que llegaron a representar más de la mitad de las salidas, tanto por
parte de emigrantes nacionales como, especialmente, de los extranjeros.
Las
últimas cifras de población, con fecha 1 de enero de 2015, reflejan que
de los 46,4 millones de personas residentes, 4,4 millones son de
nacionalidad extranjera (9,6 % del total de la población), lo que
prolonga, según el estudio, el perfil de suave descenso del peso de
este colectivo que se viene observando desde 2008. Es decir, a raíz de
que estallara la crisis y muchos extranjeros se vieran obligados a abandonar España ante la falta de empleo.
Para
analizar estar cifras, sin embargo, hay que tener en cuenta un factor
determinante. El retroceso en la población extranjera -cifrada en casi
230.000 personas- y la persistente variación positiva de la población de
nacionalidad española -superior a las 150.000- están relacionados, en
parte, “con el proceso de adquisición de nacionalidad
española” que, según el INE, afectó a más de 200.000 residentes en 2014.
Por lo tanto, lo que se ha producido es un fuerte aumento del número de
nacionalizaciones.
A destacar el hecho de que la distribución por
edades de la población de inmigrantes refleja una ligera disminución
del porcentaje de individuos con edades comprendidas entre 16 y 29 años,
a la vez que aumenta el de edades superiores a 65 años. Eso se traduce
en que la tasa de dependencia entre los extranjeros ha
venido aumentando en los años más recientes, hasta situarse muy próxima
al 10%, casi el doble de su nivel en 2008.
Esto se debe, según la
autora del estudio, a que la crisis económica en España, que afectó de
forma importante a las posibilidades de ocupación de los más jóvenes,
“habría reducido el incentivo de este colectivo a
inmigrar a nuestro país”. Y la consecuencia no puede ser otra que el
paulatino envejecimiento de la población extranjera. Ahora bien, esta
misma ratio para la población de nacionalidad española es todavía muy
superior, manteniéndose en niveles cercanos al 30%.
Fuente: El Confidencial URL relacionado: http://www.elconfidencial.com/economia/2015-07-28/la-recuperacion-economica-freno-en-seco-la-salida-de-inmigrantes-de-espana_946063/
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