Hasta 300 inmigrantes fueron repatriados a lo largo del año pasado desde comisarías de Policía u otros puntos de la geografía aragonesa por encontrarse en una situación irregular en territorio español, según los datos del Ministerio del Interior.
En total fueron expulsados de España 7.696 extranjeros y otros 4.121
fueron devueltos a un puesto fronterizo. Cabe destacar que los tres
centenares de ciudadanos repatriados desde
Aragón superan con creces el número de despachados desde otras autonomías con una población cercana o mayor,
como es el caso de Asturias (110 expulsiones), Canarias (174),
Castilla-La Mancha (235), Extremadura (76), Galicia (272) o el País
Vasco (192).
Desde la Secretaría de Estado de Seguridad se defiende que el Gobierno
prioriza la expulsión de los inmigrantes con antecedentes judiciales o
policiales y que no se deporta a los que, sin tener la documentación en
regla, acreditan arraigo social en España.
Interior fleta anualmente un amplio abanico de vuelos para devolver a estas personas a sus respectivos países.
En 2014 se organizaron 134 chárter,
80 de ellos con destino a Ceuta para expulsar a 1.555 personas a
Marruecos y 19 a Melilla, con los que se deportó a 82 personas en
situación ilegal. Se estima que
cada vuelo de repatriación tiene un coste que supera los 265.000 euros.
En cuanto a los vuelos internacionales, 18 fueron fletados en solitario
por la Comisaría de Extranjería y Fronteras y con ellos se ejecutó la
expulsión de 698 personas, fundamentalmente a Mali, Senegal, Nigeria,
Colombia y Ecuador.
También se completaron 17 vuelos conjuntos organizados por
Frontex (organismo comunitario de fronteras) con destino a países como
Pakistán, Georgia, Macedonia o Albania, en los que embarcó a 237
ciudadanos de distintas nacionalidades.
Los vuelos no son el único mecanismo de repatriación: a lo largo del año pasado, la Policía Nacional ejecutó la expulsión de
801 personas con destino a Argelia a bordo de 70 barcos que partieron desde Alicante y Almería.
12.500 llegaron irregularmente
Los datos del Defensor del Pueblo cifran en 12.549 las personas que
entraron irregularmente en España el año pasado, de las que 4.613
llegaron a la Península, 7.485 a las ciudades autónomas (1.666 a Ceuta y
5.819 a Melilla), 427 a Canarias y un total de 24 a las Islas Baleares.
Sobre el particular de Melilla, de los 5.819 extranjeros que entraron sin permiso en la ciudad autónoma,
algo menos del 10%, lo hicieron saltando la valla fronteriza. La
mayoría utilizaron documentación falsa (2.861) o entraron utilizando un
vehículo (2.069). En el caso de Ceuta, 201 de los 1.666 saltaron el
vallado.