Unas doscientas personas que se
concentraron ayer en la Plaza de España de Zaragoza en solidaridad con
los refugiados reivindicaron que se cumplan los convenios
internacionales y las directivas y reglamentos europeos en materia de
asilo y refugio.
Durante la concentración Chus Sanz, vicepresidenta de la Federación
Aragonesa de Solidaridad (FAS), procedió a la lectura de un comunicado
en el que denunciaron la situación actual que afecta a Europa como "la
peor crisis migratoria y de refugiados" desde la IIª Guerra Mundial.
En dicho comunicado explicó que 2015 va camino de convertirse en el
año con mayor número de personas refugiadas y desplazadas "de la
historia" y que, según datos de ACNUR, sesenta millones se vieron
forzadas a abandonar sus hogares en todo el mundo para refugiarse en
países empobrecidos que acogen al 86% de las personas refugiadas.
Igualmente manifestó que se construyen vallas en los sistemas
fronterizos pero que no hay muros que puedan frenar "el derecho de las
personas a encontrar un lugar seguro donde vivir".
Sanz ofreció datos sobre los fallecidos en el camino de huida, que
ascendieron a 3.500 en el 2014 y a casi 2.000 en lo que se lleva de año,
amén de los que por diversas circunstancias no son recogidos en las
estadísticas oficiales.
Criticó que la respuesta de Europa y España está "muy lejos" de la
obligación legal de proteger a las personas y que la primera sustituyó
en mayo la Operación Mare Nostrum, destinada al rescate de personas, por
la Operación Tritón, cuyo objetivo es el control de las fronteras y el
combate a la mafias de inmigración ilegal.
"La Unión Europea fracasó en su intento de realizar un reparto de
40.000 personas refugiadas entre los países miembros de acuerdo a
criterios económicos y demográficos. El Gobierno de España ofreció
acoger tan solo a 1.300 de los 4.300 que le correspondían eludiendo la
responsabilidad que debería asumir ante la peor crisis humanitaria en
décadas", criticó.
También comparó las cifras de acogida entre unos países y otros y
afirmó que 400.000 refugiados suponen el 0,05% de la población europea
mientras que el Líbano recibe a 1,1 millones de sirios, lo que es "una
cuarta parte de su población" y que lo hace en una situación "límite",
algo que no le ocurre a España.
Sanz recordó que la responsabilidad europea "no cesa" con la acogida a
las personas y que las políticas europeas tienen "efecto directo" en
los países de los que salen los refugiados.
A este respecto apuntó que las exportaciones españolas de armas en
2014 "alimentaron" los conflictos en Oriente Próximo ya que España es el
sexto exportador de armas mundial.
Además del cumplimiento de los convenios internacionales se
solicitó que se acepte una batería de exigencias entre las que destacan
abrir rutas "legales y seguras" para los inmigrantes, el respeto a los
derechos humanos en las fronteras, que se garantice ayuda humanitaria y
que se adopten medidas para luchar contra la desigualdad, reducir la
pobreza y prevenir los conflictos armados en las zonas de origen.