Un BMW de color granate, del modelo 320 de la Serie 3, se adentra en la frontera melillense de Beni-Enzar.
Por allí, cada día, pasan miles de vehículos y personas. "Un paso muy
permeable y usado por las mafias de tráfico de personas", según explican
fuentes policiales. Y por allí ha intentado entrar a España un joven
guineano de 19 años. Lo hizo a las 10 de la noche del sábado oculto en
el salpicadero del coche. Contorsionado. Jugándose la vida hasta el
punto de perder la consciencia. Aunque lo encontraron inconsciente, en
el hospital volvió en sí y está fuera de peligro, según fuentes
policiales.
La Guardia Civil lo encontró tras sospechar del conductor del automóvil
y de su acompañante: dos jóvenes varones. Los agentes los pararon y los
bajaron del BMW, de matrícula española. Empezaron a inspeccionar el
turismo utilizando, para ello, una máquina que detecta la presencia de
latidos del corazón. "De repente, cuando estábamos examinando el coche,
como sabían que iba a dar positivo, los dos hombres salieron corriendo",
detallan fuentes de la Comandancia de Melilla. El piloto huyó hacia el
lado marroquí —donde consiguió escapar del Instituto Armado—. El otro
ocupante lo hizo, en cambio, hacia la ciudad autónoma. Allí, en la misma
salida del recinto fronterizo, lo capturó una patrulla.
Los agentes, entonces, registraron "exhaustivamente" el vehículo y
hallaron en el salpicadero al joven guineano. "Lo habían desmontado y
vuelto a montar perfectamente. La extracción resultó muy complicada. El
chico estaba en un mal estado. No reaccionaba a los primeros auxilios.
No lo pudieron reanimar", relatan fuentes policiales, que añaden que se
decidió trasladarlo inmediatamente hasta el hospital Comarcal, donde
finalmente pudieron estabilizarlo. "Ahora está bien y fuera de peligro",
subrayan estas mismas fuentes.
Este tipo de doble fondos es muy habitual en este paso fronterizo, según explican fuentes policiales
El detenido, un melillense de 23 años, que responde a las iniciales
K. A., ya ha pasado a disposición judicial. La Guardia Civil le imputa
un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. "Este tipo
de doble fondos es muy habitual en este paso fronterizo, que atraviesan
cada día más de 5.000 vehículos y 20.000 personas", recalcan fuentes de
la Comandancia, que explican que recurren a este método los
subsaharianos con más recursos: "Sabemos que pagan a las mafias más de
3.000 euros para intentar entrar así en España".
De hecho, hace apenas un mes, ingresó en prisión un español de 39 años que había atravesado Beni-Enzar con tres inmigrantes, de entre 18 y 25 años, ocultos en los bajos de un mismo vehículo.
Viajaban en una situación "crítica" y poniendo en "grave riesgo su
integridad física, ya que apenas tenían aire para respirar y soportaban
altas temperaturas y los gases procedentes de la combustión.
El año pasado, al menos, 80 personas cruzaron la frontera de Melilla
en dobles fondos, según los datos que manejan las fuerzas de seguridad.
Un problema que no solo ocurre en esta ciudad autónoma. En Ceuta, otro
de los puntos calientes, también se enfrentan a este fenómeno. Es más,
como informa Efe, la Guardia Civil encontró este mismo martes a otro
inmigrante subsahariano, natural de Guinea Conakry, escondido en el
salpicadero de un vehículo. El conductor, un marroquí que iba a cruzar
la frontera de Tarajal, ha sido detenido.