Para Amnistía Internacional
(AI) existe documentación suficiente: fotografías, imágenes y
testimonios que acreditan "los golpes con palos, patadas y pedradas"
propinados por las fuerzas marroquíes a los inmigrantes que intentan
superar las vallas de Ceuta y Melilla.
Por ello, en un informe internacional sobre fronteras europeas, la ONG
exige a España que suspenda la cooperación con Marruecos en materia
migratoria en estos puntos. "En vista de las violaciones de derechos
humanos", sentencia la organización, que toca así una de las banderas
que ha alardeado Interior, que ha sacado pecho en los últimos años por
la colaboración con el país africano para frenar la inmigración
irregular.
"Estamos viendo lo que sucede en el Mediterráneo central, en Europa
central y oriental. Si una tragedia humanitaria de estas características
no se está produciendo en esta zona es, fundamentalmente, gracias a que
España y Marruecos están colaborando de manera estrecha y muy eficaz",
llegó a resaltar en septiembre, en referencia a la crisis de refugiados, el ministro Jorge Fernández Díaz,
durante una visita a Rabat. Pero Amnistía considera que esa
cooperación, en la práctica, se ha traducido en "violentas redadas" de
la policía marroquí en los campamentos de inmigrantes que rodean las dos
ciudades autónomas; y en "expulsiones sumarias" de sin papeles que
logran superar las vallas.
"España ha tratado de que su vecino actúe como filtro de personas
migrantes y refugiadas", recalca el informe de AI publicado este martes y
titulado Miedo y Vallas, donde la ONG también analiza los muros de concertinas levantados en Hungría, Bulgaria y Grecia. Un texto que hace hincapié en la legalización, por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, de las devoluciones en caliente.
El Ejecutivo español no oculta las devoluciones en caliente, sino que intenta convencer al mundo de su legalidad
Informe de Amnistía Internacional
"Lo que diferencia esta práctica en España —expulsiones en la
frontera sin el debido procedimiento— de las denunciadas en Bulgaria y
Grecia, es que el Ejecutivo español no trata de ocultarlas, sino que
intenta convencer al mundo de que son legales", destaca la organización.
El Defensor del Pueblo, un nutrido grupo de juristas y el Consejo de Europa también creen que estas devoluciones violan el derecho de asilo.
A este respecto, Amnistía pide también al Gobierno español que
detenga cualquier expulsión de sin papeles a Marruecos. "Hasta que este
país haya demostrado su respeto por los derechos humanos de las personas
migrantes", sentencia el informe Miedo y Vallas. "España es
directamente responsable de cualquier acto de violencia que sufran estas
personas cuando las devuelven sumariamente a Marruecos", apostilla la
organización, que también denuncia cómo, en algunas ocasiones, se ha
producido "un uso excesivo de la fuerza" por parte de la Guardia Civil.
Pero AI, que pide suspender el acuerdo de readmisión de inmigrantes sellado con Marruecos en 1992,
no vuelca toda la responsabilidad sobre el Ejecutivo de Rajoy. También
centra su mirada en Bruselas. "Tanto España como la UE deben ser muy
prudentes a la hora de firmar acuerdos sobre devoluciones y cooperación
fronteriza con países que no aceptan abiertamente un escrutinio
independiente del trato que dispensan a personas migrantes y
refugiadas", afirma la organización.
Este informe se publica mientras se espera la respuesta que Europa tendrá que ofrecer a la crisis de los refugiados, sobre todo tras la ola de ataques terroristas en Francia.
Un contexto que preocupa mucho a las ONG. "Son absolutamente
inaceptables, además de contrarias al derecho internacional, las medidas
anunciadas por algunos países de restringir el acceso de asilados tras
los atentados de París", ha denunciado este lunes la Comisión Española
de Ayuda al Refugiado (CEAR): "Vincular a las personas refugiadas que
llegan a Europa con los atentados es injusto e irreal. Y particularmente
cruel, dado que miles de ellas precisamente huyen de esos grupos
terroristas".