El consejero de Sanidad, Sebastián
Celaya, aseguró en el pleno que se va a mantener el abastecimiento
normal de material sanitario a todos los centros del sistema aragonés de
salud.
El consejero se pronunció así en respuesta a una pregunta de la
diputada de IU, Patricia Luquin, quien recordó a Celaya que hay un
déficit de 200 millones de euros para la compra de material médico y que
la previsión hasta final de año arroja una deuda debido a que parte del
dinero ya se ha empleado y faltan suministros por adquirir. Luquin, en
ese sentido, reclamó que no se repitan los "errores" de la pasada
legislatura, en la que se retrasaban las facturas al año siguiente, lo
que ha supuesto un "agujero" de 351 millones de euros, y que sea "real"
la planificación de los gastos del departamento en material sanitario.
Celaya indicó, al respecto, que espera que el Ministerio de Hacienda
cumpla su promesa de enviar antes de final de mes la cantidad necesaria
para evitar un retraso en el pago a los proveedores de deudas
pendientes, y aseguró que su departamento "no va a permitir" lo que
ocurrió en el 2013, cuando, intentando cortar el gasto, se desconectó el
sistema Serpa, lo que impedía también controlar el abastecimiento de
material.
Además, mostró su confianza en que el aumento de impuestos y de las
aportaciones del Estado para el año que viene junto con el nuevo
presupuesto evite que vuelva a haber un desabastecimiento.
TARJETAS SANITARIAS
Por otra parte, en
respuesta a una pregunta de la diputada del PP Carmen Susín acerca del
número de inmigrantes irregulares que han recuperado la tarjeta
sanitaria y las previsiones presupuestarias para su atención, el
consejero insistió en que la consejería no puede dar la tarjeta y
únicamente ha dado instrucciones para garantizar su asistencia.
Celaya apuntó que hasta el 18 de noviembre se habían inscrito de
nuevo 584 ciudadanos extranjeros, una cifra que a Susín le "choca" por
cuanto el departamento calculaba en julio que podrían recuperar la
tarjeta unos 10.000, y el "colmo de la desfachatez", dijo, es que no se
plantea ninguna dotación de recursos humanos y se prevea atender con
unos 500.000 euros.
Celaya remarcó que la cifra que se dio en julio parte de la
estimación de las 14.400 tarjetas sanitarias que se eliminaron cuando se
publicó el decreto en el 2012 e indicó que se prevé que siga habiendo
un "goteo" que tendrá un coste de unos 700.000 euros anuales y que no
hace falta aumentar recursos humanos ni los presupuestos de salud.