Durante todo este tiempo no ha habido víctimas mortales, pero sí varios intentos entre miembros de los DDP y los Black Panther (BP), rivales y radicados en la capital aragonesa. La Brigada de Información y el Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional se afanan en identificar a sus integrantes para desmantelarlos.
Una tarea nada fácil puesto que las bandas juveniles cada vez lo son más, nutriéndose de adolescentes de 14, 15 y 16 años. «Se aprovechan de la vulnerabilidad de los menores, sobre todo de la facilidad de adoctrinarlos y de que la ley es más laxa con ellos», afirman fuentes policiales consultadas por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, que señalan los parques de la ciudad y los centros escolares como los lugares escogidos por la figura del captador. También lo hacen, y cada vez más, a través de las redes sociales, especialmente Instagram.
«Se aprovechan de la vulnerabilidad de los menores, sobre todo de la facilidad de adoctrinarlos y de que la ley es más laxa con ellos»
El objetivo es siempre un menor que tiene algún tipo de problema, bien sea de estudios o con sus seres queridos, ya que los pandilleros les prometen formar una nueva familia. La protección de cada uno de los miembros es una promesa que se hace ley.
Una vez embaucados tienen que someterse a un periodo de pruebas en el que deben demostrar que son fieles a su organización. «La organización les proporciona seguridad, les concede un rol y posición dentro de la misma y se convierte en su razón de ser», destacan estas mismas fuentes.
Durante este periodo se les instruye en la comisión de delitos, en el porte de armas y en los enfrentamientos con bandas rivales, llevándose a cabo, tras su superación, unos ritos de iniciación en la banda, con la comisión normalmente de un delito de sangre.
La Policía Nacional tiene en estos momentos identificadas dos organizaciones de este tipo: los Dominican Don't Play (DDP) y los Black Panther (BP), quienes se reparten la ciudad en dos territorios. Su vida gira en torno a los pisos de los miembros adultos y a los parques y plazas.
Los primeros se centran especialmente en el parque de La Granja y en el barrio de San José, mientras que los otros se circunscriben al parque Delicias y al distrito que da nombre a esta zona ajardinada. Dos escenarios que son empleados para retarse con armas blancas y palos.
Tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Local han aprehendido decenas de machetes y cuchillos en diferentes intervenciones. La prevención es uno de los mecanismos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para hacer frente a este problema que genera alarma social y que ha conllevado que en Madrid se hayan desplegado este fin de semana 500 efectivos para atajarlo.
En la capital aragonesa se han venido realizando macrorredadas en parques (como la foto que ilustra este texto), que se unen a las labores de vigilancia, tanto en la calle como en las redes sociales, y a la prevención en los colegios e institutos por parte de Participación Ciudadana, dando charlas y consejos sobre los peligros que entraña acceder o pertenecer a estos grupos.